Cesar Moreno-Triana. Encargado de la Unidad de América Latina y el Caribe de la Secretaría de la Convención del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Durante los últimos 20 años ha trabajado en el Sector de la Cultura en la Sede de la UNESCO en París, principalmente en la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural (1972) y la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial (2003).
A partir del año 2000 se desempeñó como Especialista del Programa para la Convención de Patrimonio Inmaterial y desde el 2011 hasta la fecha en la Secretaría de la Convención del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Ha participado en Misiones de Monitoreo y Asesoramiento Técnico realizadas conjuntamente con los Organismos Consultivos de la Convención (ICOMOS, ICCROM y UICN) para apoyar en las necesidades y actuales desafíos que enfrentan los diferentes bienes inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de América Latina.
Así mismo, ha participado en el proceso de cooperación para la nominación del bien Qhapaq Ñan, y actualmente coordina la implementación del proyecto extrapresupuestario financiado por Japón para promover, entre otros, la gestión integrada de este bien del Patrimonio Mundial que une a seis países de Sudamérica.
¿Cuáles son las acciones y actividades prioritarias del Plan de Acción para el Patrimonio Mundial en América Latina y el Caribe (PARALC), 2014-2024?
El Plan de Acción para el Patrimonio Mundial en América Latina y el Caribe (PARALC), 2014-2024 constituye un marco de acción estratégico a nivel regional, elaborado respondiendo al contexto específico de la región y a las necesidades identificadas por los Estados Parte que la conforman. En cuanto a su formulación, el Plan de Acción retoma los cinco objetivos estratégicos para la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial (las 5 C’s identificados en la Declaración de Budapest de 2002 y la quinta C de “comunidades” agregada en 2007) y desarrolla para cada objetivo, diversas acciones y sub acciones correspondientes.
El primer objetivo del PARALC busca aumentar la credibilidad de la Lista del Patrimonio Mundial a través de una mejor implementación de la Convención por los Estados Parte, optimizando la participación de la región en los procesos de la misma, así como por medio de la actualización y armonización de las Listas Indicativas y del mejoramiento del proceso de propuestas de inscripción.
El segundo objetivo busca garantizar la protección eficaz de los bienes del Patrimonio Mundial a través de diversas herramientas que aportan a la conservación y gestión de los bienes, promoviendo intercambios de conocimiento y experiencias entre diversos actores y bienes patrimoniales, poniendo énfasis en el fortalecimiento de los recursos humanos y financieros destinados para las estructuras de gestión.
El tercer objetivo busca promover una capacitación eficaz para la gestión y conservación del patrimonio en los Estados Partes, a través de la producción de información y organización de talleres, desarrollando una estrategia para fortalecer las capacidades para la conservación, la capacidad institucional, y promoviendo la difusión del conocimiento relativo al Patrimonio Mundial.
El cuarto objetivo busca aumentar la sensibilización, la participación y el apoyo públicos al Patrimonio Mundial mediante la comunicación; lo cual se busca lograr elaborando estrategias para la comunicación a través de mecanismos que mejoren la colaboración entre instituciones públicas y privadas, así como consolidando redes regionales para el intercambio de información.
El quinto objetivo busca fortalecer el papel de las comunidades locales, tradicionales y de los pueblos indígenas en la identificación y gestión del Patrimonio Mundial a través de dos acciones principales: involucrando a las comunidades en todos los procesos de conservación y gestión de los bienes Patrimonio Mundial, y desarrollando oportunidades sostenibles para que se beneficien de actividades de desarrollo en los bienes.
Todos estos objetivos y acciones conllevan para que el PARALC impulse el patrimonio como un vector para el desarrollo sostenible y que contribuya a mejorar la calidad de vida de los pueblos de América Latina y el Caribe, como también a la reducción de la pobreza, a promover la igualdad de género y la diversidad cultural y natural.
Cabe señalar que, al momento de aprobación del PARALC por parte del Comité del Patrimonio Mundial en su 38° reunión en Doha en 2014, se señaló la pertinencia de elaborar e implementar planes de acción sub-regionales para responder de manera más específica a los distintos contextos en cada sub-región. Fue por este motivo que se acordaron subsecuentemente los planes sub-regionales para Patrimonio Mundial en el Caribe (PAC, 2014-2019), en América del Sur (PAAS, 2015-2020), y en México y América Central (PAMAC, 2018-2023).
¿De qué manera las Cátedras UNESCO pueden coadyuvar a que se cumpla una agenda especifica de cooperación regional, y de fortalecimiento de la Comunidad del Patrimonio Mundial en América Latina y el Caribe?
Desde el Centro del Patrimonio Mundial, tenemos una oportunidad muy importante de colaborar con las diversas Cátedras UNESCO en la región de América Latina y el Caribe. Teniendo en cuenta el enfoque distinto y sus experticias específicas, cada una contribuye de manera singular a lograr nuestra agenda de acción común.
Por ser enfocada en Patrimonio Cultural y Turismo Sostenible, la Cátedra UNESCO de la Universidad de San Martín de Porres tiene un potencial enorme para contribuir a los esfuerzos de los Estados Parte en la implementación del Plan de Acción. Se podría considerar, por ejemplo, reunir a académicos y expertos para discutir sobre temas de interés de toda la región, desde la inclusión de comunidades en el turismo local hasta el fortalecimiento de identidades culturales a través de la apropiación social de su patrimonio material e inmaterial. Otra Cátedra UNESCO muy relevante para nuestra labor sobre el Patrimonio Mundial es aquella ubicada en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, cuya Cátedra tiene enfoque en restauración y conservación en estructuras patrimoniales. Teniendo en cuenta la alta representación de sitios arqueológicos y monumentales en América Latina y el Caribe, nos interesa ampliar nuestra colaboración con esta Cátedra para facilitar nuevas oportunidades de capacitación, comunicación y difusión de información relevante para los Estados Parte de la Convención del Patrimonio Mundial.
Juntas, las Cátedras UNESCO tienen un gran potencial de contribuir con la UNESCO para el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (Agenda 2030) y más particularmente de promover el rol de la cultural y del patrimonio en el desarrollo sostenible de nuestro planeta. En este sentido, esperamos continuar a fortalecer el diálogo fructífero entre el Centro del Patrimonio Mundial y las Cátedras UNESCO para desarrollar plenamente esta oportunidad de colaboración.
En febrero 2017, una representación de UNESCO viajó al Perú para realizar una misión de «Monitoreo Reactivo» a fin de evaluar el estado de conservación y gestión del Santuario Histórico de Machu Picchu. Nos podrías decir, ¿cuáles fueron las conclusiones más importantes?
Esta misión conjunta realizada por expertos del Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO, de ICOMOS, UICN e ICCROM fue una pauta importante en la evolución de la gestión de Machu Picchu.
Es conocido que Machu Picchu, uno de los bienes más emblemáticos y más visitados en América del Sur, es un sitio cuya gestión es compleja, debido tanto a sus características físicas arquitectónicas y naturales como a la presión turística generada por el número creciente de visitantes que ingresan al sitio cada día.
Si bien el Comité del Patrimonio Mundial ha monitoreado desde hace muchos años el estado de conservación de Machu Picchu, fue a partir de una decisión de su 39° reunión, en 2015, que se solicitó al Estado Peruano concretizar acciones prioritarias para mejorar la protección del bien. En este contexto se llevaron a cabo dos misiones: una de Asesoramiento Técnico en enero 2016, seguida de una misión de Monitoreo Reactivo en febrero 2017.
La primera misión se desarrolló como un taller de capacitación y concertación entre las autoridades nacionales y locales, resultando en una agenda común de trabajo con acuerdos y plazos consensuados para la mejoría de temas de conservación claves para Machu Picchu, entre los cuales se destacan: la evaluación de la capacidad de carga del santuario (Llaqta) y de la red de caminos Inca. El control de los diferentes puntos de acceso al santuario; el desarrollo urbano de Machu Picchu pueblo y Santa Teresa; la gestión de residuos sólidos; proyectos de infraestructura de transporte en la región; la diversificación de la oferta turista en la región; la toma de decisión entre los diferentes niveles de gobierno y refuerzo de la Unidad de Gestión del Santuario de Machu Picchu (UGM).
La segunda misión logró evaluar el nivel de progreso en la implementación de los acuerdos previamente acordados y hacer recomendaciones más específicas sobre los temas mencionados. Más precisamente la construcción del Centro de Visitantes y puesta en marcha de los instrumentos de regulación urbana de Machu Picchu pueblo, así como la cuestión de la capacidad de carga y del manejo del flujo turístico en la Llaqta y la red de caminos fue evaluada en detalle.
Esta metodología de trabajo de monitoreo reforzado entre dos misiones demostró un método exitoso para brindar apoyo técnico al Estado, fortaleciendo los acuerdos de gobernabilidad y en respuesta a los retos muy específicos de Machu Picchu. Sin embargo, el desafío global y transversal de Machu Picchu sigue siendo la gestión turística y la capacidad de carga del bien. El hecho de ser un bien inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial obliga al Estado Peruano asegurar que todas las decisiones tomadas para el presente y futuro desarrollo del bien estén concentradas en la óptima conservación de los valores universales excepcionales, los cuales justificaron su inscripción en esta prestigiosa Lista. Como hemos visto en el caso de Machu Picchu, los innumerables retos que hay que afrontar, sólo podrán ser atendidos con el compromiso incondicional y constante de todas las autoridades concernidas por la protección y preservación sostenible del bien, tanto a nivel nacional, los ministerios de cultura, turismo, transporte, áreas naturales, ambiente, y a nivel local y regional, la Municipalidad de Machu Picchu pueblo y la región del Cusco.
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