Alejandro Neyra | Ministro de Cultura del Perú

Escritor y diplomático. Ministro de Cultura del Perú (enero-marzo 2018; 30 mayo 2020-…). Director de la Biblioteca Nacional del Perú (mayo 2017-enero 2018), Director del Centro Cultural Inca Garcilaso del Ministerio de Relaciones Exteriores (abril 2018-julio 2019) y Jefe del Despacho Ministerial de Relaciones Exteriores (marzo 2019-mayo 2020).

Autor de los libros de cuentos “Peruanos Ilustres” (Solar, 2005), “Peruvians do it better” (Sarita Cartonera, 2007) y “Peruanas Ilustres” (Solar, 2009). Ganador del Premio Copé de Plata de Cuento 2012 y del IV Premio de Novela Breve de la Cámara Peruana del Libro 2012 con la novela “CIA Perú, 1985 Una novela de espías (Estruendomudo, 2012). Autor del libro de ensayos “Peruanos de ficción” (Solar, 2013). Su segunda novela fue “CIA Perú, 1985 El espía sentimental” (Estruendomudo, 2015). Ganador del Premio Luces 2018 del diario El Comercio por su reciente libro de cuentos “Biblioteca Peruana” y del Premio Copé de Novela 2019 por “Mi monstruo sagrado”, entre otras menciones.

Recientemente se ha establecido en 2,244 el número máximo de visitantes al día que podrá recibir Machu Picchu, medida que toma en consideración la recomendación del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO sobre el Valor Universal Excepcional del Santuario Histórico de Machupicchu, así como las sugerencias contenidas en el Informe de la Misión de Monitorio Reactivo al Santuario Histórico de Machupicchu que se realizó del 22 al 25 de febrero del 2017, que señala la necesidad de poner límites al número de visitantes, a fin de evitar daños a la propiedad. ¿Cuál ha sido la principal motivación para que se adopte esa medida en las actuales circunstancias?

Sin duda la necesidad de preservar el Santuario de Machu Picchu y asegurar la sostenibilidad del turismo relacionado con este espacio, considerando su valor universal excepcional y tomando en consideración nuestro compromiso internacional con UNESCO. Más aun, en el contexto de la pandemia, el Santuario de Machupicchu está recibiendo hasta 675 visitantes por día, el 30% de la capacidad de carga establecida, necesaria para mantener la distancia social durante la visita. 

Si bien es cierto, la reducción del aforo en este caso ha sido generada por las limitaciones de salubridad, es necesario reiterar que la reducción de carga también obedece a la necesidad de cuidar nuestro patrimonio mundial de manera sostenible. La cuarentena, y este tiempo de descanso de las visitas, le ha proporcionado nueva vida y nuevos aires al santuario. 

La Unidad de Gestión de Machupicchu, encargada de garantizar la sostenibilidad y el correcto manejo del sitio arqueológico, inició el 1 de noviembre la reapertura de Machupicchu con un aforo reducido de máximo 675 personas, tal como usted lo indicó, en el contexto del estado de prevención sanitaria ante el Covid-19. ¿Se ha previsto un aumento del aforo por etapas?

Nosotros estamos atentos a las alertas sanitarias del Ministerio de Salud, para ver la evolución de la pandemia, que esperamos continúe a la baja. Solo entonces, tras las evaluaciones que se hacen en coordinación con el MINSA, se verá la posibilidad de aumentar el aforo. En museos y sitios arqueológicos de todo el país, vale recordarlo, el aforo permitido es del 50% pero estamos siendo muy cautos en la reapertura solo por algunos días y en horarios limitados.

¿En qué consiste la Campaña Volver lanzada con el objetivo de reactivar el turismo de forma gradual?

La campaña Volver es liderada por el Mincetur, a través de la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (Promperú). Nosotros nos hemos sumado a esta campaña porque consideramos que, a pesar de la pandemia, la cultura sigue viva y que el turismo cultural es fundamental en nuestro país. 

Por nuestro lado, en el Ministerio de Cultura estamos trabajando para que los sitios arqueológicos y museos de nuestro país cuenten con todos los protocolos de bioseguridad necesarios, para que todos podamos volver a vivir la experiencia de recorrer y reconocer nuestra historia, y disfrutar de nuestra cultura. 

Queremos que esta campaña sirva también para que nuestros hermanos y hermanas artesanas de la Amazonía, de los Andes y de la Costa, que están cuidando nuestro patrimonio y que también han visto limitadas sus actividades económicas vinculadas al arte tradicional, puedan recibir el respaldo para que sigan preservando, cuidando y promoviendo nuestra cultura.

Contamos con un documento titulado, Alianza entre turismo y cultura en el Perú́ – Modelos de colaboración entre turismo, cultura y comunidad, que incluye los bienes Patrimonio Mundial de la UNESCO, ¿cuáles son sus planteamientos en relación a su uso turístico?

El informe fue elaborado por la OMT con la participación del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo del Perú, y con el patrocinio del Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo de la República de Corea. El documento muestra la riqueza y diversidad de las expresiones culturales y patrimoniales, materiales e inmateriales del Perú. También propone alternativas para su uso turístico sostenible desde una perspectiva que promueve la coordinación y la colaboración entre el turismo, la cultura y la comunidad. En cuanto al Patrimonio Mundial, el documento describe cada uno de los sitios declarados en el Perú y señala que estos le otorgan al país una ventaja comparativa regional como destino de turismo cultural. Dada la originalidad y fragilidad de estas expresiones, el informe incide en algunos puntos críticos cuya atención es necesaria para que su uso turístico sea sostenible. Entre estos se encuentran la necesidad de dotarlos de un valor agregado para el turismo y de atender el problema de la concentración masiva de turistas en el eje Cusco – Machu Picchu.

El documento también presenta los resultados de un análisis FODA. Entre sus hallazgos, se mencionan el desconocimiento de las autoridades locales sobre la necesidad de salvaguardar el patrimonio, la amenaza que representa el tráfico de terrenos, la necesidad de una mayor comunicación entre los agentes involucrados en la conservación del patrimonio y aquellos involucrados en la actividad turística, el impacto de la modernidad y la globalización en las expresiones del patrimonio inmaterial, y las amenazas que representa el cambio climático.

¿Por qué es importante y necesario el diálogo entre los profesionales de la conservación del patrimonio cultural y los profesionales del turismo y que rol juega en este acercamiento la Gestión Cultural?

El turismo cultural implica la participación de diversos agentes y grupos de interés, cada uno con enfoques y objetivos propios. Entre estos se encuentran las entidades vinculadas a la conservación del patrimonio y aquellas centradas en la actividad turística. La relación entre ambas es compleja, especialmente cuando no se produce un diálogo, sino que cada una se acerca al patrimonio exclusivamente desde su propia óptica. La divergencia resultante no solo dificulta el establecimiento de vínculos de complementariedad, sino que genera enfrentamientos. Como consecuencia, puede producirse la ejecución de iniciativas que no son sostenibles o que no satisfacen las expectativas de todos los stakeholders.

La OMT y la UNESCO promueven el diálogo entre ambos grupos para posibilitar la salvaguardia y el uso turístico sostenible del patrimonio cultural, así como el alineamiento de estas acciones con los ODS. Para hacerlo posible, se requiere no solo el cambio de los paradigmas que rigen la acción de los profesionales y agentes involucrados, sino la participación de un profesional que comprenda e integre las necesidades y objetivos de ambos extremos: el gestor cultural. La gestión cultural es la disciplina que desarrolla estrategias y acciones para el uso y consumo (incluido el turístico) de la cultura y el patrimonio. En ese sentido, las instituciones educativas, especialmente las universidades, tienen un rol fundamental como formadoras de gestores culturales, necesarios en destinos como el Perú, cuyas expresiones culturales constituyen su principal atractivo turístico. Un ejemplo de esto, es la Maestría en Gestión Cultural, Patrimonio y Turismo de la Universidad de San Martín de Porres, que este año cumple 20 años de creación.

Las circunstancias actuales, generadas por la aparición del virus SARS-CoV-2, nos obliga a replantear las formas a través de las cuáles usamos, disfrutamos y consumimos el patrimonio cultural. En este escenario se requiere que los gestores respondan con estrategias creativas, innovadoras y sostenibles que garanticen la satisfacción y la salud del visitante, la conservación de las expresiones del patrimonio cultural, la viabilidad económica de la actividad y el beneficio de las comunidades. Esto es sin duda un reto muy grande que los gestores solo podrán lograr mediante el diálogo entre todos los involucrados.

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